GABINETE DE COACHING Y PSICOLOGÍA
La gente que acude a una consulta psicológica no tiene por qué tener una enfermedad grave, ni estar como se dice “loco”, basta ser como la mayoría de la gente, gente que vive normalmente, pero que, en algún momento, tiene problemas y/o preocupaciones, ya sean estos de relaciones personales, tristeza, pérdidas afectivas, ansiedad, de control de sus propias conductas o vinculados a los miedos, por ejemplo.
La psicología ha estudiado todos estos aspectos y ha encontrado implicaciones y soluciones prácticas para ellos.
Existe un criterio claro que nos dice cuando es más necesaria la asistencia psicoterapéutica: Cuando la persona siente un malestar psicológico que interfiere en su funcionamiento, social, laboral, familiar, emocional, etc., es decir, cuando la persona experimenta la sensación de pérdida de control sobre su vida.
A pesar de que en la actualidad es ya muy habitual ir a la consulta de un/a profesional de la psicología, todavía existe un importante número de personas que no saben para qué se va o que no conocen lo que en ella se hace; también hay quien no está seguro de cuándo o por qué razones habría que ir. Tal vez estas y algunas confusiones semejantes llevan a muchas personas a no beneficiarse de unas técnicas y métodos clínicos, avalados por las autoridades sanitarias y la comunidad científica, que le harían recuperar o aumentar su bienestar físico, psíquico y social, es decir, su salud.
La psicología ha estudiado todos estos aspectos y ha encontrado implicaciones y soluciones prácticas para ellos.
Existe un criterio claro que nos dice cuando es más necesaria la asistencia psicoterapéutica: Cuando la persona siente un malestar psicológico que interfiere en su funcionamiento, social, laboral, familiar, emocional, etc., es decir, cuando la persona experimenta la sensación de pérdida de control sobre su vida.
A pesar de que en la actualidad es ya muy habitual ir a la consulta de un/a profesional de la psicología, todavía existe un importante número de personas que no saben para qué se va o que no conocen lo que en ella se hace; también hay quien no está seguro de cuándo o por qué razones habría que ir. Tal vez estas y algunas confusiones semejantes llevan a muchas personas a no beneficiarse de unas técnicas y métodos clínicos, avalados por las autoridades sanitarias y la comunidad científica, que le harían recuperar o aumentar su bienestar físico, psíquico y social, es decir, su salud.
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